domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Amigovios?

Hola, que tal su fin de semana? Yo no se de donde se desató tanto frio pero esto se vuelve cada vez más cruel, así que me encuentro enfundada en una cobija, comiendo bombones y tomando té jajaja. Ayer mientras leía mi revista mensual, encontré un artículo bastante interesante, al menos para mi. Hablaba sobre lo que está más que de moda "Tener amigos con beneficios",y es cierto parece que el formar relaciones estables es cada vez más complicado, a casi todos les parece más cómodo evitar el enamoramiento y el comprometerse completamente con el otro. Lo que hace este artículo es poner dos puntos de vista a discusión,ya saben, "Ella vs El". De el lado de las chicas, menciona tres puntos que quizá estén en lo cierto, el primero; Los seres humanos buscamos amor, el segundo: Las mujeres solemos confundir las cosas cuando hay sexo involucrado,y tercero:  El ego femenino es gigantesco. Realmente coincidí con los tres.
¡Y es verdad! Cuándo comenzamos a tener encuentros de este tipo todo pinta perfecto al inicio, cero problemas, cada quien es libre de hacer y decir lo que quiera, solo importa el presente y nada más. Pero una de las razones por las que una mujer acepta una relación de este tipo, generalmente es porque hubo una ruptura amorosa, pasamos por una época de cambios y por supuesto no estamos interesadas es complicarnos de nuevo con un compromiso con una posibilidad del 99% de fracasar, esto debido a que estamos buscando algo que nos reanime. Como dije, todo pinta muy bien, las cosas van tomando su curso solas y lo único que está claro es divertirse y pasar un buen rato pero ojo, sin lastimar al otro. Pero inevitablemente aveces comienzas a pasártela tan bien e, inesperadamente ese sentimiento de bienestar te traiciona y tu mente empieza a crear historias perfectas con el sujeto en curso, la ilusión regresa ,y es cierto que está en la naturaleza de cada mujer el querer "Construir".
Pero en el caso de los hombres no es así. Ellos inexplicablemente tienden a canalizar mejor ese tipo de relaciones, básicamente es un juego donde casi siempre tienden a ganar, sin salir lastimados, es terreno masculino al mil. Para ellos es la gloria, No compromisos, No explicaciones, No gastos. Y Si al descaro, Si al sexo, Si a platicas sin tapujos.  ¿Aún no creen que pueden obtener más que nosotras? El hecho de que nos dan tanta confianza como para mostrarnos tal y como somos sin pudor, les sirve para aprender más sobre los múltiples misterios de las mujeres, tienden a vernos como un "amigo más",lo cual es desventajoso para nosotras, y si tienes la desfortuna de tratar de llevar las cosas a otro plano entonces te recordará que era un acuerdo el no involucrar sentimientos y se alejará sin más. Claro también las mujeres lo pueden hacer, pero como lo dije nuestra naturaleza es "construir", aunque pensándolo un poco, ¡Qué sádicas! ¿Como podemos tener en consideración el querer tener algo serio con alguien que solo esta buscando jugar? Y lo siento si esto suena un poco feminista, no niego que también ay mujeres ca..nijas, pero no me van a negar que la mayoría de las veces son los hombres quienes ganan el juego. Es bueno este tipo de encuentros para recobrar la confianza, conocernos más a nosotras mismas, e infinidad de cosas para aprender y aportar, pero, ¿Qué pasa cuando el acuerdo falla? Cuando uno de los dos lastima al otro,  será que ¿Nos falta aprender más sobre  este juego sin reglas? ¿Los hombres deben dejar de huir del compromiso? Yo pienso que es bueno mientras te deje algo sano, y si comienza a entrarte la cosquilla de dar pie a algo mas serio mejor lo abandones antes de salir lastimada de nuevo, pero, realmente nos atrapa tanto el enigma de dar una continuación al juego y ponerle reglas. Lo meior es dejar todo claro desde un inicio,hombres traten de no ser tan patanes y chicas no se enamoren del amor así de fácil.
Espero tengan un excelente inicio de semana y los dejo con esta cancionsita, un beso :)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Tintes de 10 ;)!

Hola hola! El día de hoy les platicare de  dos tintes que la verdad me dejaron impresionada pero sobre todo satisfecha :). El primero es nada más y nada menos que el famosísimo Palette perfect mousse de Schwarzkopf. Esta nueva tecnología en tinte es asombrosa ya que se trata de una coloración en espuma suave y lo más increíble es que no tiene AMONIACO. Esto sí que es increíble ya que absolutamente todas las coloraciones contienen este ingrediente que resulta un poco abrasivo en el cabello pero necesario para que el color fije bien,bueno, al menos necesario hasta que llego Palette.
En cuestión al abrir la cajita y analizar el contenido tenia mis dudas de si realmente seria tan "milagroso" como lo describen,en si el paquetito contiene: una loción reveladora, un colorante en gel, y una válvula para aplicar el tinte y acondicionador para dar un tratamiento instantáneo al cabello. Procedí a mezclar todo y la valiente que se animó a probarlo fue mi madre, así que comencé. Al inicio no me acomodaba e incluso he de confesarles que me empezaba a molestar que la espumita no se filtrara en el cabello con facilidad, pero vaya sorpresa que me dí cuando le agarre la maña y en verdad que si es una maravilla. No solo es su rico aroma que no lastimo mi nariz si no que es una locura con la facilidad que se puede aplicar,solo es presionar esparcir la espuma por todo el cabello y masajear, la textura que deja en el cabello es suave y manejable, la cobertura es total, y lo mejor es que no maltrata el cabello. Mi mamá quedo muy contenta pero yo más, me convenció y lo apruebo totalmente,que dicen ¿Se animan? Yo creo que mi siguiente coloración será en espuma.Aquí les dejo la página para que conozcan la gama de colores, conozcan más el producto, y en verdad vale la pena, y lo mejor es su precio ;)
www.palette.com.mx


Y por otro lado la coloración en crema que elegí fue de GARNIER Nutrisse en tono MACADAMIA 43, que es como un tono chocolate que la verdad me gusto.En el caso de mi mami, la experiencia no creo que haya sido tan grata ya que tuvo que lidiar con mi poderosa melena jajaja, pero en verdad que quede muy satisfecha con la coloración y sobre todo que por ser en crema y con AMONIACO,tiene todo un innovador sistema para no maltratar. ¿De que se trata? Pues de una crema reveladora, una crema colorante capilar,y he aquí lo que me encantó, tiene un aceitito de uva que huele riquísimo y además nutre el cabello durante la coloración y por supuesto su respectivo tratamiento semanal con aceite de aguacate que también huele muy rico y lo protege bastante bien. Y pues lo dicho, color,brillo y suavidad así que bastante bien. Así que ustedes elijan, ¿Espuma suave o cabello nutrido con aceite?


jueves, 17 de noviembre de 2011

¡¡Compras compulsivas!!

Hey heey!! Puff de nuevo retomo lo que he estado haciendo con este blogg por hoy los temas confusosos no van. Mi querida pepinasa (Fatima LB) este post es para ti, te lo debía desde el sábado gordita y hoy me siento con toda la actitu´para hablar de moda ;)
Verán, es típico que una mujer saque sus frustraciones con algún acto impulsivo como las compras! Exactamente no sé que era lo que agobiaba a mi amiga pero era inevitable no reírse al ver la cara de satisfacción que ponía cada que un par de hermosos zapatos se atrevía a cruzarse en su camino. Confirmé mi teoría de que los zapatos son su fetiche favorito pero, no cualquier zapato, requieren de ciertas características: de tacón de aproximadamente unos 12 cm, con texturas tentadoras, colores sobrios, que a la vista te enamoren pero al traerlos puestos te hagan sentir completamente sexy y dueña del piso por donde se posan, así fueron cada par de zapatos que mi amiga elijio. Era obvio ¿ A que mujer no le gusta sentirse dueña de las calles con un buen par de zapatos? Yo solo era la espectadora de aquel show y  en algunos momentos la consejera como buena fashionista que soy, pero también tuve momentos para pensar en mi fetiche y descubrí que son los lentes, me pase probando distintos modelos en lo que mi amiga se infartaba un poco al ver la cantidad que reunió en tan solo 5 min, mientras yo me divertía cambiando de personalidad con cada par de gafas. Seguido de esto faltaban algunos cambios de ropa que hicieran juego con los zapatos y nos dirigimos a otra tienda a acabar con la ropa que se cruzara en nuestro camino, faldas, mallones, chamarras,suéteres, abrigos, vestidos, parecía que mi amiga tenía tentáculos y se aprovechaba de eso para agarrar más y más ropa, yo por mi parte intentaba reconocer el olor de mis amigas en los perfumes de aquella tienda y lo logré, y mientras le cobraban la observaba, realmente no decifraba que era lo que la impulsava a seguir comprando, pero ninguna de sus acciones me delataba algo, ni una mínima señal. Continuamos con algo más coqueto, ropa interior y mientras ella insistía en adquirir lencería sexy le aconseje que mejor dejara de pensar en sus deseos carnales y se divirtiera un poco con algún diseño inoscente ( que es algo que le hace falta en serio xD) Y así fue, y también se dio el lujo de tomar una cosmetiquera, y de nuevo mientras pagaba la miraba y no encontraba nada, mientras olia los perfumes de esta tienda, no obtuve ninguna respuesta, y solo comprobé que soy una inquieta y tentona de lo peor. Cuándo creí que el ímpetu de compras de mi amiga había sesado decidí que era mi turno e hicimos una escala en las revistas y mientras yo pateticamente examinaba cada revista con mucho entusiasmo ella se burlaba de ver como me emocionaba al ver el precio de una revista como si estuviera adquiriendo una gran "ganga" y al momento de pagar un libro se nos cruzo por el camino, " El psicoanalista" de John Katzenbach, al menos tuvimos un momento cultural en nuestras compras compulsivas.Y partimos muy orgullosas con las manos repletas de bolsas, abordamos un taxi e hicimos una parada antes de llegar a casa solo para comprar un poco de alcohol. Le ayudé a armar su look para la fiesta que tenía y mientras ella se arreglaba yo bebía mi cerveza mientras leía fascinada cada página de mi revista. Creo que no pude decifrar a que se debía ese impulso de querer comprar pero en efecto, aunque estas adquiriendo cosas materiales,aveces te ayuda a llenar esos huecos que se hacen en tu vida, yo también he sido compradora compulsiva y no se como rayos sucede pero al término de tan osada aventura te sientes satisfecha, aunque al ver los tickets  la cosa cambia pero quizá al ver algo tangible,algo que podemos poseer con un poco de dinero nos ayuda a crear un equilibrio entre lo que nos acongoja y lo que nos satisface, ¿Ustedes que piensan?







Zapatos :Zara
Botas y botines: Shasa





Toda la ropa: Shasa

Y el look final para la fiesta fué.....


Te amo flakitaa!!!! ;)

miércoles, 16 de noviembre de 2011

27 y yo!

Que curioso fue mi atrevimiento al querer adentrarme a ese lugar que no conocía.Típico en mi querer caminar para aclarar mi mente, como si realmente pudiera huir de ella y de pronto me tope con un montón de personas y calles extrañas que había visto solo de paso, claro estaba que en el momento en que mi lado racional comenzara a reaccionar ya sería tarde, y así fue. En cuanto repare un momento para pensar a donde estaba caminando ya me encontraba muy adentrada en esas calles y no había de otra mas que seguir adelante. El punto de retorno había quedado varios metros atrás de mi, justo donde partí, justo donde debí quedarme.
Aun me asombro de las decisiones que tomo para no perturbar mi mente, acepte que la adrenalina entrara por cada poro de mi cuerpo para reemplazar ese sentimiento tan confuso que me invadía. Opte por correr el riesgo  de un asalto, un encuentro con algún desconocido no muy agradable, opte, porque ese sentimiento de inseguridad me abrazara antes que dejar que mi corazón se siguiera sintiendo en agonía y soledad. ¡Qué cobarde soy! Preferí huir en vez de darle la cara y acabar de una vez  por todas en algo... y de pronto, me sentí como un fantasma mas entre las calles,los semáforos,los autos, las luces. Por un momento, comenze a creer que había logrado filtrarme en esas calles con éxito, que había conseguido una gran hazaña, pero de nuevo el destino me alertó. Una camioneta se paró a mi costado y un señor de unos 40 años me invitó con la mirada a subir, lo ignoré y seguí caminando, de pronto desperté de ese trance y erré.
¿Qué estoy haciendo? En "efecto", la adrenalina había sobre pasado mis limites y la cordura regresó a mi, aborde un camión que pasaba justo a mi rescate y reflexione. ¿Cómo llegue a tal grado de exponerme a mi misma de esa forma? ¿Cómo fue que a causa de tan bellas palabras me doblegue y no pude decir nada? No fue porque no tuviera nada que decir si no que no entendía que tenia que decir. Solo lo vi alejarse de mi entre la gente y yo quede ahí sentada en esa parada del  transporte público y recordé al  "magnifico A", cuando solíamos hablar y alguno de los dos por motivos de esas platicas decidía dar la espalda y huir el otro lo encaraba, pero el no es "A", el solo se alejaba, no creía que algo q no tubo comienzo advirtiera un final, pero, aún más asombroso es el como he conseguido alejarlos a "ellos" de mi en tan poco tiempo. Pero en cuánto giré vi mi sombra, la misma que había adquirido hace un tiempo para resguardarme de malas situaciones, la que había estado guardada en el baúl de mis malas experiencias, la misma que había desempolvado hace poco para volverla a usar. Mi crecimiento interno no ha variado mucho desde la última vez que la usé así que me sigue quedando igual y cubre prefecto lo que no quiero que vean de mi interior,me he sentido tan cómoda con la sombra del miedo que es por eso que se han alejado, ¿Quién quiere estar con alguien que tiene miedo?
Y como si eso no fuera suficiente burlonamente mientras hacia la narración de este relato en mi mente aparece un 27 ante mis ojos, me provocó una risa sarcástica. Ya no me sorprende esa persecución ,lo he visto en tan variadas presentaciones, tamaños, formas, colores y sabores, unas dulces y otras amargas, pero la de hoy fue sarcástica, era como si se burlara de mí. Es un juego absurdo que tenemos desde hace tiempo el aparece y yo finjo que no es nada pero la verdadera respuesta que ansío tener es ¿Alguna vez te irás de mi, 27? ¿Dejarás que otras personas me conozcan como soy y el miedo se aleje?...

jueves, 10 de noviembre de 2011

Dilemas de media noche!

Si es raro que esté escribiendo algo distinto que no sea sobre faldas, colores, tendencias, pero verán como les dije amo escribir lo que sea y cuánto pueda así que comparto mis ideas con ustedes,espero les guste y gracias por las visitas del post anterior ;D.
Es curioso como los grandes dilemas llegan a tu mente cuándo menos lo imaginas. Yo estaba ahí sentada junto a una de mis grandes amigas que tenía mucho tiempo de no ver, comenzamos a platicar acerca de cuántas cosas han cambiado en nuestra vida y en nuestro entorno desde que ella entró a la universidad. Realmente platicar nos hiso recrear mucho pasajes de historias tan divertidas que no podíamos parar de reír y de pronto llegamos al gran dilema, al punto dónde todos se pierden y algunos se encuentran... AMOR!. Y claro teníamos muchas historias en nuestro repertorio, algunas con finales muy trágicos y otras con algún toque de humor. Historias donde algunos de los personajes no trascendieron más allá del climax, pero otros tantos lograron pasar esa parte e inclusive, más allá del final. Fue ahí donde comenzamos a reflexionar ¿Porqué lo desconocido nos asusta? O más bien, ¿Porqué nos intriga tanto?
Aveces es tanto el temor que preferimos no arriesgar, quedarnos así para no perder pero, a la vez, entra en nosotros ese pensamiento tentador, ¿Y si gano más de lo que tengo? En el caso de mi amiga ella prefiere mejor seguir su lado racional para no deshubicarse y perder los estribos al intentar descubrí las crueles y dulces verdades, pero en mi caso, con mucho temor,me gusta apostar el todo por el todo, seguir mis instintos, mi curiosidad siempre me domina y aunque no siempre obtengo algo positivo, por lo menos la duda se escapa de mi por un tiempo. Aunque me resulta algo gracioso cuando ocurre lo contrario, es decir, cuándo decidimos abrirnos y aventarnos a descubrir y la otra persona no contribuye en nada, se muestra tan misteriosa que confunde si realmente tiene interés o que rayos quiere!. Algo parecido nos ocurrió a mi amiga y a mí, el sujeto en curso se mostraba amigable, atento, y con interés, pero, en el momento en que decidimos mostrar un poco más de nosotras la situación cambió radicalmente, el se volvió algo distante, mostró su lado patán y entonces es cuando entra el conflicto,¿Qué es lo que realmente quieres? O el miedo te domina tanto que por eso te comportas así o en verdad no sabes lo que quieres. Yo pienso que las cosas se  deben decir tal cual sin rodeos y con toda honestidad, pero he comprobado que no toda la gente concuerda conmigo,y es en serio si eso lo pusieran en practica les aseguro que las circunstancias se darían de una manera mucho mejor, nos ahorraríamos mucho tiempo en tratar de averiguar que es lo que sucederá y todo fluiría mejor, pero, es verdad, de nuevo lo desconocido y la intriga se manifiestan  y nos posesionan, y entones caemos en todo el teatro con su drama incluido. Y es aquí donde se resuelve todo, ser directos nos quita muchos problemas y preocupaciones de encima, pero es necesario ese toque de misterio y drama para que las cosas nos atraigan más, ¿Masoquismo o torpeza? Ustedes que opinan.....?

viernes, 4 de noviembre de 2011

La catrina que no se podía enamorar!

Hola a todos! Cómo se la pasaron en este rico puentecito?? Yo he de confesarles que no me la pasé nada mal ;D. Hoy traigo algo nuevo que se me ocurrió a la par con mi disfraz y es una historia de mi autoría.A decir verdad, estas fechas me fascinan, sobre todo Halloween! Aunque no sea una tradición de nuestro país. Siento un toque de misticismo en el aire y es algo que me gusta transmitir, y que mejor que con una historia. Espero que sea de su agrado y una vez más gracias por sus visitas un beso y excelente viernesito un beso!!


"La catrina que no se podía enamorar"

Cuenta la historia que fue hace mucho tiempo, en un extraño lugar, donde los días no eran tan cálidos y las noches sombrías. Ahí habitaba una chica llamada Catrina, solitaria, sencilla, tímida, distraída, pero de buenos sentimientos. Catrina tenía una vida como cualquier otra, sin tantas pretensiones, hija única, muy joven de apenas unos 18 años, su pasión era tocar el piano y plasmar pasajes que salían de su imaginación. No era muy afectiva ni comunicativa. Todo un misterio andando. Su madre había muerto cuándo ella era muy pequeña y apenas tenía recuerdos de ella, así que era la adoración de su padre, dueño de la librería de aquel lugar, culto, de ojos marrones, cabello de un castaño muy claro y una estilizada figura, lo único que había heredado Catrina de él era su delgadez y la pasión por los libros, porque de todo lo demás era el vivo reflejo de su madre.

Cabello obscuro y rizado, ojos muy expresivos, boca pequeña que apenas emitía una sonrisa cuando algo le alegraba, había heredado las manos de su madre y el don de tocar como una ninfa el piano. A su padre le complacía escuchar por las noches "clair de lune" la melodía favorita de su madre. A veces mientras Catrina tocaba, observaba a su padre con gran curiosidad y pensaba que quizás su padre jamás acepto que su madre ya no se encontraba más con ellos y buscó de alguna manera inmortalizar su recuerdo, como en esa melodía, o siempre tener violetas en la casa, eran las flores favoritas de su madre, o en las interminables anécdotas que su padre le contaba acerca de cuando su madre y el eran jóvenes y que ella adoraba. De alguna manera Catrina se sentía feliz de complacer a su padre con sus melodías, pero a la vez comenzaba a pensar que tal vez ya sería tiempo de que saliera un poco de la librería e intentara conocer a otra persona que le ayudara a sanar su roto corazón que llevaba roto más de 12años.

A Catrina le daba curiosidad saber si algún día se enamoraría de la manera en que sus padres lo hicieron, pero el hecho de perder a alguien que amas demasiado le aterraba, pensaba que eso era solo para los valientes, pero ella no sospechaba que estaba a punto de sucederle.

La gente de aquel lugar se conocía a la perfección, a Catrina le disgustaba involucrarse demasiado con los demás así que, el que fuera considerada la "rara" del lugar no le era incómodo, como dije amaba ser solitaria. Habían muchos chicos que pretendían de su compañía, pero ninguno había que acaparara su atención, para ella todos eran unos payasos que no hacían más que llamar la atención con bobadas. Todos demasiado infantiles .Todos menos uno. Ella no previó que ese día conocería el "amor".

Continuaba con sus labores diarias en la librería y de pronto escuchó sonar la campanilla de la entrada, todo parecía tan normal como siempre, un cliente más, continúo sin gran interés limpiando el estante de los libros de geografía que tanto le apasionaba limpiar porque se imaginaba poder viajar por todos esos lugares que mostraban los mapas hasta que la voz del extraño visitante retumbó en sus oídos. Una voz un poco grave, pero suave, fue lo único que requirió escuchar para cautivar sus oídos. Se escondió tras el estante principal que da a la entrada y moviendo los libros para poder ver sin ser notada lo conoció. Solo lograba ver su espalda, era un chico de unos 20años, de cabello castaño obscuro y quebrado, tenía puesto jersey gris de rayas, pero lo que más llamó su atención fue el maletín color camello que cuidaba con mucho recelo. Trató de mover más los libros para poder mirar su rostro, pero lo único que consiguió fue tirar los libros que la resguardaban de ser vista.

-Catrina, hija está todo bien?- Comentó su padre.

El chico volteo al escuchar los ruidos que provenían del estante donde estaba Catrina, ella con mucha vergüenza se agacho y trato de respirar profundo. No consiguió ver su rostro solo la silueta, estaba nerviosa era como si una oleada estuviera dentro de su estómago y no entendía porque. Cuando se pudo incorporar otra vez en sus adentros, decidió salir de lo más normal a enfrentar a ese extraño y recoger todo el desorden, pero al salir del estante, solo vio como la puerta se cerraba y la campanilla sonaba. Observó la silueta de aquel joven misterioso alejarse y perderse entre el atardecer.

-Hija, te encuentras bien?.- Una vez más preguntó su padre.

-Si.- respondió un poco consternada, pero de inmediato acomodo los libros y regreso al interior de la biblioteca como no queriendo ser más cuestionada por su padre.

Esa misma noche Catrina no dejaba de pensar en quien había sido ese muchacho que había ido en la tarde a la librería, no dejaba de pensar en ese maletín, mil y un cosas se le ocurrían pero ninguna le convencía lo suficiente como para dejar de pensar en ello y poder dormir. De algo estaba segura, ese chico no era del pueblo, ahora lo que le inquietaba era saber si lo volvería a ver y sobre todo, ¿Qué llevaba tan celosamente en ese maletín?

Al día siguiente, ella espero a que el chico volviera a la librería, pero no fue así, ni al siguiente, ni durante una semana más. Por más que lo analizaba ella no comprendía porque tenía tanto interés en ese desconocido, cómo había sido posible que su voz la inquietara tanto y aún más como un absurdo maletín le intrigaba tanto.

Un día sin muchas esperanzas, y  ya no pensando tanto en aquel suceso de la librería se encontraba en el lago creando sus pasajes bizarros, cuando escucho ruidos muy cerca, se movió muy despacito para cerciorarse de no ser vista ni escuchada y se ocultó tras un árbol, si era algo que Catrina no podía evitar era ser curiosa, así que asomó su cabeza con mucho cuidado y se asombró al ver quien se encontraba ahí. Era el chico de la librería, estaba en el muelle del lago aventando piedras haciendo los famosos "patitos". Y ahí estaba otra vez, ese maletín camello, pero esta vez dejaba ver un poco más lo que tenía por dentro, y Catrina sin dudarlo quiso averiguarlo trato de ver desde el otro lado del árbol pero solo consiguió ver hojas, trato de acercarse más y una ramita se interpuso en su camino haciendo un crujido algo fuerte. Rápidamente se volvió a colocar tras el árbol y respiro, el corazón le latía tan rápido que sentía que se saldría de su lugar, no entendía porque reaccionaba de ese modo, pero de cierta manera le gustaba esa sensación de adrenalina. Volvió a asomarse pero esta vez ya no estaba el chico ahí, salió unos pasitos más del árbol para ver donde se encontraba cuándo sintió una mano en su hombro y una voz la tomó por sorpresa:

-¿Qué no te han dicho que espiar es de mala educación?

Esa voz, quedo perpleja. De nuevo esa sensación en el estómago, respiró y volteó.

Por fin! Conoció los ojos, la nariz, los labios, las manos, el todo del extraño. Catrina no pudo decir nada, su enigmática mirada la dejo aún más callada de lo que ya era.

El chico volvió a insistir- ¿Me escuchaste?.- Parecía un poco molesto.

-Oh, de, de, de verdad lo siento.- Se sentía algo torpe al tartamudear pero no pudo evitarlo.

-Tú eres la chica de la librería, la torpe que tiró los libros.

¿Torpe? Catrina no sabía que decir, estaba entre la delgada línea del desencanto y la fascinación.

-¿Cómo te llamas? Si es que puedes hablar, claro!.

-Ella no creía que el chico que tanto le intrigaba fuera tan descortés, sin embargo respondió:

-Catrina.

-¿Catrina? Vaya! que nombre tan extraño, ya me habían advertido que eras algo rara, pero no imaginaba cuánto.

-Per, ¿perdón?

-Sí, todos aquí dicen que eres muy extraña, inclusive me llegaron a decir que eras muda, pero ya comprobé que no. Como probablemente no me vas a preguntar nada ya que eres una maleducada me presentaré; Soy Leonardo, acabo de mudarme a este pueblo.

-De dónde eres?- pregunto Catrina.

-Eso no importa. Y bueno me vas a decir que hacías espiándome?

Catrina no sabía que contestar, se detuvo mirando sus ojos miel, su nariz afilada, sus pómulos rosados, sus labios que dejaban ver una sonrisa translucida, blanca como la luna. Él se aproximó hacia ella y recargo un brazo en el árbol a manera de que ella se sintiera intimidada, y lo logró. Catrina sentía que la respiración se aceleraba más y más, no entendía porque alguien con ese carácter le atraía tanto, le intrigaba.

-Será acaso que te gusto?.-

-Ella reaccionó con mucho asombro, y en una maniobra logro quitar el brazo que la acorralaba.

-Yo solo estaba mirando tu maletín, ¿Qué llevas ahí?.

En ese instante el semblante seductor de Leonardo cambio de una manera inesperada, y se tornó de nuevo pedante.

-Esas son cosas que no te interesan, ¿Por qué no vas a hacer tus cosas de niña rara a otro lado?. El que seas bonita no te quita la rareza.

Catrina se sintió por primera vez humillada, asumía su postura de "rara “pero jamás alguien se había atrevido a decírselo de frente y de esa manera despectiva. Ella tomo sus cosas apresuradamente y se fue corriendo, no volteo ni para aserciorarse  de que Leonardo la estuviera siguiendo.

Llego a casa, y no se detuvo a saludar a su padre entró directo a su habitación y se encerró. Se miró en el espejo y por primera vez se odio con todas sus fuerzas, y lo más sorprendente, por primera vez salían esos cristalitos de agua de sus ojos. Se miró más de cerca y no podía creerlo estaba llorando, sentía que algo le oprimía el pecho y sin embargo, le gusto sentir todo eso, jamás alguien había provocado esos sentimientos en ella, en ese momento Catrina se percató de una cosa, ya no era esa persona inexpresiva, algo la estaba transformando y no sabía que era.

Se recostó y miró el techo, recordó la mirada misteriosa, la nariz, los pómulos, los labios... Los mismos que miró y sintió un impulso de besar, algo que jamás había hecho pero que le incitaban demasiado a descubrirlos.

Al día siguiente, mientras desayunaban su padre observaba con curiosidad a Catrina, era raro saber que los papeles se invirtieron, pero Catrina no dijo nada continuaba el desayuno evadiendo la mirada de su padre, pero no pudo evadir sus palabras.

-Hija que te sucede, has actuado muy extraña estos días, ayer no comprendí porque no tocaste la melodía que tanto te agrada, la que tanto nos agrada, ni siquiera pediste que te contara algo sobre tu madre como todas las noches. ¿Es acaso que te inquieta algo?.-

Catrina continuaba sin emitir algún sonido, se levantó de la mesa, y le dio un beso en la frente a su padre- No tengo nada papá.- Respondió mientras limpiaba la mesa.

-Iré por mis cosas, te veo en la librería.

Estando ahí sentada, observando la lluvia caer, continuaba con sus dibujos en la mesa, pero no conseguía concentrarse esta vez, cuando entre la lluvia observó una silueta caminar hacia la librería, no alcanzaba a distinguir quien era, pero sin explicación su corazón volvió a latir con mucha intensidad. Era el.

Escuchó la campanilla de entrada y de inmediato de puso de pie, lo vio aproximarse a ella y de nuevo sintió que enmudecería. Él se plantó justo frente a ella y la miró fijamente, permaneció así por unos segundos y luego dijo:

-Deberías tener más cuidado de dónde dejas tus cosas, puede que un día pierdas la cabeza.-

Catrina no comprendía porque razón le decía eso, de nuevo con su toque altanero hasta que vio que de su maletín, sacaba una hoja.

-Dejaste esto ayer en nuestro inoportuno encuentro, a decir verdad, para ser rara dibujas bastante bien.

Catrina reaccionó muy avergonzada, y trató de arrebatárselo pero no lo consiguió con éxito.

-Quién es la persona que está en el dibujo?.-

Catrina tartamudeo una vez más y luego dijo por primera vez en su vida con tono tajante:

-No es algo que te interese.

-Vaya! Ese lado agresivo en ti no me lo esperaba, te daré tu dibujo con una condición, que mañana regreses al lago dónde nos encontramos ayer. Tengo algo que mostrarte.

Catrina no lo podía creer, Leonardo le entrego el dibujo y advirtió una frase de despedida:

-Bueno, supongo que nos vemos mañana...

-Sí.

Al llegar a su casa estaba de lo más contenta y tocó con más sentimiento que cualquier otro día, inclusive esbozó una gran carcajada al escuchar una de las anécdotas de su padre, y para sorpresa de este no le quedó más que preguntar:

-Hija, ese muchacho que fue hoy a la librería es la razón por la cual has estado tan extraña?.-

El semblante y la enorme sonrisa que había en la cara de Catrina desaparecieron, se tornó de nuevos seria, y de nuevo evito la mirada de su padre.

-No sé de qué muchacho me hablas.-

Su padre tomo su cara entre sus manos y le dijo con un tono muy sutil:

-El amor es una de las cosas más maravillosas que te pueden ocurrir, solo quiero que sepas que cuándo te llega es algo que no puedes evitar aun así lo trates de ocultar. Tal como el amor que nos teníamos tu madre y yo, trascendió aún después de su muerte. - Estas últimas palabras retumbaron en los oídos de Catrina, " trascendió aún después de su muerte".

El padre de Catrina le dio un beso en la frente y salió sin más que decir de la habitación. Catrina se recostó y empezó a divagar, ella definitivamente no quería enamorarse a ese grado de no poder dejar ir a la persona, le aterraba la idea de verse en esa situación, llenar la casa de violetas, tocar melodías interminables, contar relatos en la noche para mantener vivo el recuerdo. Que pesadilla. Pero por más que intentaba sacarse de la mente a Leonardo las imágenes de sus ojos perdiéndose profundamente en los suyos y sus labios tentadores, eran imposibles de olvidar. Consiguió quedarse dormida pero esa noche soñó, soñó que Leonardo y ella estaban en el lago, conversando, y de pronto, inesperadamente él se iba, y ella no podía hacer nada para evitarlo. Despertó algo afligida y con un dolor en el pecho, era un hecho, Catrina se había enamorado y no solo eso, tenía un miedo impresionante de perder a Leonardo.

Ya era hora de encontrarse con él en el lago y ella no sabía si ir o quedarse ahí refugiándose de lo que pudiese pasar, Catrina tenía una cita con su destino pero tenía miedo a enfrentarlo.

Llegó al lago y ahí estaba el, sentado en el mismo muelle pero esta vez sentado con su maletín a un lado. Ella se incorporó a un ladito y lo observo con mucha curiosidad.

Esta vez no hubo ningún comentario tajante, ni hiriente si no un:

-¡Qué bueno que viniste! creí que no llegarías.-

Esto era nuevo para Catrina, pero seguía atenta a lo que él le decía.

-Sabes, ayer que te encontré no quería que me conocieras como soy realmente, disculpa por ser tan grosero.-

El lado más amable de Leonardo parecía haber despertado.

-Tengo algo que mostrarte.-

¿Sería posible tanta magia en un día? ¿El misterio del maletín sería revelado al fin?

-Este maletín es todo lo que soy, es por eso que lo cuido muy bien, ese día cuando mostraste interés en el me dio miedo, la verdad es que yo soy igual de raro que tú. Pero tenía miedo de que me juzgaras. Pero con tu dibujo de ayer entendí que podía confiar en ti. Me dibujaste desde ese día que me viste en la librería, aun cuando no nos habíamos conocido.-

Catrina no podía creer lo que escuchaba, lo que veía, ese lado inesperado de Leonardo.

-Por lo menos ya vi que tenemos algo en común.- Ella sonrió discretamente y miró hacia el lago.

El tomó unos dibujos del maletín y se los mostró, ella los contempló con detenimiento, cada trazo, estaba completamente asombrada, pero de pronto notó que había algunos dibujos repetitivos sobre una joven, atractiva, de bonita mirada, y una gran sonrisa que no se detenía a mostrar.

-Es tu hermana?.-

Leonardo la miró, hiso una pausa y hablo.

-Recuerdas que preguntaste de dónde venía?.-

-Sí.

-Pues no vengo de ningún lugar, solo huyendo de mi pasado, estoy de paso en este lugar, nunca me quedo un tiempo definido, este maletín y mis recuerdos son todo lo que tengo.-

-Y, entonces, ¿quién es ella? ¿Dónde está?

Leonardo respiro, hiso una pausa como no queriendo hablar pero las palabras fluyeron solas al mirar los ojos de Catrina.

-Ella es parte de mi pasado, fue mi prometida, la amé con todo el corazón, pero ella lo destrozó, no creía en mí, ni mucho menos en lo que le ofrecía. Cuando menos lo pensé ella ya me había cambiado por otro, y si más me dejó.-

El sostenía el anillo de bodas entre sus manos, Catrina no sabía qué hacer, sentía unas profundas ganas de abrazarlo y besarlo, hacerle sentir que había un lugar para él, y entonces se le quedó viendo muy profundamente, esos labios, se aproximó más y sin advertir ella lo besó.

El contacto de sus labios con los de él fue extraordinario, jamás se había sentido tan viva, tan llena de algo, tan llena de “amor”. Pero no duro mucho el encanto, el rompió el momento antes de que ella pudiera hacer algo más.

-No, espera,¡ que haces!.-

-Yo creí que, tal vez sentías lo mismo.-

-¿Sentir que? Catrina no confundas las cosas, es verdad que me atraes, pero yo no puedo amar, mi corazón ya no está aquí, solo tengo un torso vació.-

-¿Torso vació? Eso es imposible, quizá es porque tienes miedo, pero yo también lo tengo.-

Esta vez ella lo tomó de la mano y la puso en su corazón.

-¿Sientes cómo se acelera? Eso sentí desde la primera vez que te vi. Inexplicablemente escuche tu voz y algo me atrajo a ti. Creo que te amo.

-Espera, no sabes lo que estás diciendo.- El alejo su mano y de nuevo regreso su forma tajante de hablar.

-No es un juego enamorarse, no tienes idea de que significan esas palabras, y yo ya no quiero entenderlas.

-Pero claro que sé que significa, es eso que siento cuando mi corazón se acelera y casi se me sale del pecho, y sé que sientes lo mismo, por eso te has portado así, ahora lo entiendo.-

-No entiendes nada Catrina, y creo que fue un error que te haya pedido venir, aquí no ay nada para ti.-

Catrina puso su mano en el pecho de Leonardo y efectivamente, no había nada ahí dentro, ella no se explicaba porque, dio unos pasos hacia atrás y luego le dijo:

-Tengo que verte una vez más, mañana, aquí, prometo que tendré una solución.

-El no contesto nada, se quedó parado ahí entre el lago y el muelle, mientras veía a Catrina alejarse entre la neblina.

Llego a su casa muy desesperada, su padre no estaba, todo daba vueltas en su cabeza, ¿Qué sucedía?, ¿Por qué su corazón no estaba donde debía estar? ¿Qué haría para no perderlo? Su sueño, se estaba convirtiendo en realidad, en una pesadilla. Y en medio del silencio de la noche, en su habitación recordó, las palabras de su padre " El amor que nos teníamos tu madre y yo, trascendió aún después de su muerte".¡ Eso era!, el necesitaba un corazón para poder amar, y ella, aún después de la muerte lo seguiría amando, " Su amor trascendería después de la muerte".

Catrina respiro hondo, no sabía exactamente que estaba a punto de hacer pero estaba convencida de lo que quería, estar junto a él.

Se dirigió a un baúl que tenía en su cuarto y saco un libro con portada verde, era una clase de libro de hechicería antigua que había llegado a la librería de algún sitio, y que ella había escondido sin que su padre supiera de su existencia. Lo único que necesitaba era que la luna estuviera en su esplendor frente al lago, conjurar las palabras y clavar una daga en su corazón para podérselo entregar a Leonardo. Tomó sus cosas y dejo una nota a su padre sobre el piano :

Querido papá:

Por fin he encontrado el amor, del que todas las noches me hablas, del que compartías con mamá, ahora entiendo lo que dijiste aquella noche, requiere de un sacrificio, tú no has buscado a nadie más porque le eres fiel al amor de mamá, porque la mantienes viva en tus recuerdos, y ahora yo quiero hacer eso por mi amor.

Lamento el dejarte así sin la melodía de todas las noches, sin las anécdotas de media noche sobre cómo se conocieron tú y mamá y sobre lo mucho que se amaron, pero ahora yo quiero tener mis propias anécdotas. Tengo una cita con mi destino, deséame suerte.

Te amo papá.

Catrina.

Y así fue, emprendió la cita con su destino, la luna estaba hermosa, resplandeciente, pálida como la hermosa piel de Leonardo, miró el cielo, respiro y pronuncio las palabras:

"He de amarte hasta la muerte, y por eso  te entrego mi corazón para que seas ese quien una vez conoció el amor".

Al inicio la daga se sentía fría, pero después todo fue fácil, dolió un poco el sentir como la fría cuchilla entraba en su pecho y no tenía piedad en dejar ese torso hueco, Catrina le había entregado su corazón, y más que eso su amor a Leonardo, estaba contenta de saber que por fin estarían juntos.

Llegó el amanecer, y Catrina estaba impaciente, comenzó a planear tantas cosas en su mente pero no se imaginó nunca lo que sucedería. Era el momento en que Leonardo llegaría al lugar de encuentro, Catrina espero sentada en el muelle, hacia frio, el cielo estaba más gris que otros días, se miró en el lago, su cuerpo no emitía ningún color, era totalmente pálida, como la luna, como Leonardo, y bajo su vestido dejaba ver su torso, donde no se veía nada, pero donde ella sentía aún muchísimo amor.

Pasaron las horas, y él no llegó, ella pensaba en mil pretextos para no penar en la aterradora idea, el no llegaría, dio media noche y no había señales de él, ella espero bajo el árbol, se sentó y encontró cobijo bajo el, el tiempo pasó, y él nunca llegó, ella espera a que un día aquel amor regrese.

¿Qué porque no se puede enamorar? Ha pasado tanto tiempo esperando bajo ese árbol y en ese muelle, frente a ese lago, ha mirado tantas lunas resplandecientes que ya no necesita esperar a nadie más, su torso vació no refleja más que la prueba más grande de amor, y su corazón incapaz de amar a otra persona puesto que ella se lo entrego solo a él, para amarlo aún después de la muerte.





Vestido: (esta vez no recuerdo donde lo compre disculpen)
Palestina: Todo moda
Medias: Liverpool
Collar de perlas: Manzanosidades
Broche de flor: Todo Moda
Guantes: (Tampoco recuerdo el nombre de la tienda pero fué en el centro :P)




Espero les haya gustado  y pues es la publicación más larga que he tenido y a decir verdad me gusto.  Buenas madrugadas a todos nos seguiremos leyendo.